De la mano de Esteban Mercer, el canal visita la mansión de la empresaria, un elegante piso en el que prima la armonía de los espacios y que contiene piezas únicas

Su casa cuenta con rincones tan singulares como un mural dibujado por la propia Carmen Lomana, un exclusivo vestidor de las mejores firmas internacionales o una colección de muebles biedermeier, entre otros

El próximo lunes 15 de junio, a las 13:30h, Canal Decasa, descubre de la mano del cronista de la alta sociedad Esteban Mercer, los secretos de la exclusiva residencia madrileña de Carmen Lomana. Un elegante piso con aires palaciegos que alberga muebles excepcionales del s.XIX, un exclusivo vestidor de las mejores firmas internacionales, así como otros rincones singulares acordes con la glamurosa personalidad de la anfitriona.

A lo largo del programa, la socialité muestra su coqueta casa en dónde prima la armonía de los espacios y numerosas piezas únicas de valor incalculable. Entre ellas destaca una colección de muebles biedermeier –estilo originario de Austria y Alemania durante los años 1815 y 1848 propio de la burguesía-, una chimenea clásica estilo Louis Philippe a la que Lomana quiso añadir unos originales azulejos de Valencia y unas impresionantes alfombras persas que dominan todos los espacios sobre el cuidado parqué de la mansión. “Cuando compro una casa lo primero que hago es poner las alfombras. Creo que cuando están las alfombras ya hay un hogar”,explica Lomana.

La empresaria descubre en el programa algunos de sus rincones preferidos como un mural que ella mismo dibujó en uno de sus salones y que contiene una escena alegórica de un picnic de Napoleón y Josefina en la Martinica; sus vestidores y armarios en donde destacan prendas icónicas como un vestido escotado rojo Valentino o varios outfit de Chanel –Lomana tiene un armario solo dedicado a esa marca-; o una colección de figuras biscuit francesas. “Las heredé de mi abuela materna. Ya no se fabrican. Cuando era pequeña me dejaban jugar con ellas. Todas tienen su historia”, recuerda.

A lo largo del programa también hay tiempo para recordar algunos aspectos de su vida como su difícil llegada a Madrid desde San Sebastián hace ya algunos años. “Fui muy valiente porque no fue nada fácil llegar a Madrid sola. De repente era como sospechosa… Si hubiese sido un hombre estarían todos encantados de ver a un señor viudo de San Sebastián. Pero a mí al principio me atacaron mucho porque no me conocían, sobre todo las mujeres”, rememora.

Ahora, mucho más cómoda en la capital, reconoce estar encantada con su papel de anfitriona en su casa en ocasiones especiales. “Aquí he dado muchísimas fiestas y cenas en casa, alguna de más de 40 personas sentados”, explica.